Cuando uno sospecha que la verdad no es continente sino el contenido de solamente cualquier figura
noviembre 26, 2011
noviembre 24, 2011
Espantapájaros 9
¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?
Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.
Una tarde, al atravesar una plaza, nos sentamos en algún banco. Sobre las piedritas del camino describimos, con el regatón de nuestro paraguas, la mitad de una circunferencia. ¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que, de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.
¿Será posible que hayamos vivido junto a ella sin habernos dado cuenta de su existencia? ¿La habremos extraviado al doblar una esquina, al atravesar una multitud? ¿O fue ella quien nos abandonó, para olfatear todas las otras sombras de la calle?
La ternura que nos infunde su presencia es demasiado grande para que nos preocupe la contestación a esas preguntas.
Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las preocupaciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.
Antes de atravesar las bocacalles esperamos que no circule ninguna clase de vehículo. En vez de subir las escaleras, tomamos el ascensor, para impedir que los escalones le fracturen el espinazo. Al circular de un cuarto a otro, evitamos que se lastime en las aristas de los muebles, y cuando llega la hora de acostarnos, la cubrimos como si fuese una mujer, para sentirla bien cerca de nosotros, para que duerma toda la noche a nuestro lado.
Oliverio Girondo
Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.
Una tarde, al atravesar una plaza, nos sentamos en algún banco. Sobre las piedritas del camino describimos, con el regatón de nuestro paraguas, la mitad de una circunferencia. ¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que, de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.
¿Será posible que hayamos vivido junto a ella sin habernos dado cuenta de su existencia? ¿La habremos extraviado al doblar una esquina, al atravesar una multitud? ¿O fue ella quien nos abandonó, para olfatear todas las otras sombras de la calle?
La ternura que nos infunde su presencia es demasiado grande para que nos preocupe la contestación a esas preguntas.
Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las preocupaciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.
Antes de atravesar las bocacalles esperamos que no circule ninguna clase de vehículo. En vez de subir las escaleras, tomamos el ascensor, para impedir que los escalones le fracturen el espinazo. Al circular de un cuarto a otro, evitamos que se lastime en las aristas de los muebles, y cuando llega la hora de acostarnos, la cubrimos como si fuese una mujer, para sentirla bien cerca de nosotros, para que duerma toda la noche a nuestro lado.
Oliverio Girondo
noviembre 10, 2011
octubre 15, 2011
"De repente supo lo que era el miedo y que sólo lo vencía quien lo descubría. Se tenía miedo a mil cosas, al dolor, a los jueces, al propio corazón, al sueño, miedo al despertar, a la soledad, al frío, a la locura , a la muerte, sobre todo a ella, a la muerte. Pero todo era máscara y disfraz. En realidad sólo se temía una cosa: el dejarse caer, el paso a la incertidumbre, el pequeño paso que cruza todas las seguridades existentes. Y el que una vez, una sola vez, se había entregado, el que había tenido una vez la gran fe y se había abandonado al destino, éste se había liberado. Ya no pertenecia a la leyes terrenales, había caído en el universo y giraba en la danza de los astros"
Hermann Hesse
Hermann Hesse
octubre 11, 2011
ENCARGO
Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.
Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.
Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.
Id de manera amistosa,
id con palabras sinceras.
Ansiad el hallazgo de males nuevos y de un nuevo bien,
oponeos a todas las formas de opresión.
Id a quienes la mediana edad ha engordado,
a los que han perdido el interés.
Id a los adolescentes a quienes les asfixia la familia...
¡Oh, qué asqueroso resulta
ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo!
Es como un árbol viejo con retoños
y con algunas ramas podridas y cayéndose.
Salid y desafiad la opinión,
Id contra este cautiverio vegetal de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.
Ezra Pound
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.
Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.
Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.
Id de manera amistosa,
id con palabras sinceras.
Ansiad el hallazgo de males nuevos y de un nuevo bien,
oponeos a todas las formas de opresión.
Id a quienes la mediana edad ha engordado,
a los que han perdido el interés.
Id a los adolescentes a quienes les asfixia la familia...
¡Oh, qué asqueroso resulta
ver tres generaciones reunidas bajo un mismo techo!
Es como un árbol viejo con retoños
y con algunas ramas podridas y cayéndose.
Salid y desafiad la opinión,
Id contra este cautiverio vegetal de la sangre.
Id contra todas las clases de manos muertas.
Ezra Pound
septiembre 11, 2011
Te voy a explicar como funciona un verdadero sistema de seguridad. Como habrás podido notar el automóvil reposa en su mayor vulnerabilidad aparente. Te asomas por las ventanas y no encuentras lucecitas sospechosas, tampoco hay extravagantes mecanismos retardantes. Por lo tanto, si el ladrón anda de ánimo, con presteza y decisión termina el trabajo pronto.
Pero no te voy a mentir, este aparato tiene su origen en épocas de feliz absurdidad, una inclinación que no corresponde a los tiempos presentes. Nomás tienes que ver su cara cuando se empieza a cuestionar el hábito; uno intuye cómo se pregunta: "¿qué sucede, por qué?" y se pone triste, pero bien pronto molesto también.
Fijate bien, incluso con la llave original, meto por aquí y gira pero no abre. Entonces valientes introducimos un objeto por la ventana pero obtenemos lo mismo porque seguramente los engranajes no se adaptan, andan dislocados. Hasta aquí todo muy bien, uno tiene que aprender a ser especialmente flexible para el hurto.
Caminas despreocupado alrededor del coche, replicas tus anteriores estrategias y tampoco funcionan. ¿Tienes camara? tienes que ver como su sonrisa muta paulatinamente en un gesto de terror, mira alrededor y no distingue más que personas y objetos que pueden ser y no ser lo que son, figuras intercambiables, destinos inciertos, formas indescriptibles y a fuerza de no instalarse en la locura, escuchan atentos el aleteo de las palomas, el susurro de los arboles y de inmediato van camino a su hogar para posar su mirada sobre una esquina cualquiera.
Ya vez a que nivel actua esto. Hay que tener mucho cuidado de asegurarnos que un ladrón afectado por el sistema no mire como entramos por la puerta trasera y nos alargamos un poco para alcanzar el pestillo de la puerta del chofer que abre todas las demás. Pierden la esperanza para siempre.
Pero no te voy a mentir, este aparato tiene su origen en épocas de feliz absurdidad, una inclinación que no corresponde a los tiempos presentes. Nomás tienes que ver su cara cuando se empieza a cuestionar el hábito; uno intuye cómo se pregunta: "¿qué sucede, por qué?" y se pone triste, pero bien pronto molesto también.
Fijate bien, incluso con la llave original, meto por aquí y gira pero no abre. Entonces valientes introducimos un objeto por la ventana pero obtenemos lo mismo porque seguramente los engranajes no se adaptan, andan dislocados. Hasta aquí todo muy bien, uno tiene que aprender a ser especialmente flexible para el hurto.
Caminas despreocupado alrededor del coche, replicas tus anteriores estrategias y tampoco funcionan. ¿Tienes camara? tienes que ver como su sonrisa muta paulatinamente en un gesto de terror, mira alrededor y no distingue más que personas y objetos que pueden ser y no ser lo que son, figuras intercambiables, destinos inciertos, formas indescriptibles y a fuerza de no instalarse en la locura, escuchan atentos el aleteo de las palomas, el susurro de los arboles y de inmediato van camino a su hogar para posar su mirada sobre una esquina cualquiera.
Ya vez a que nivel actua esto. Hay que tener mucho cuidado de asegurarnos que un ladrón afectado por el sistema no mire como entramos por la puerta trasera y nos alargamos un poco para alcanzar el pestillo de la puerta del chofer que abre todas las demás. Pierden la esperanza para siempre.
septiembre 06, 2011
Hace unos días me ponía a pensar que a pesar de las cosas terribles que a veces se me vienen a la cabeza, tengo una capacidad muy grande para perdonarme. Uno no puede ir por ahi tratando de que las cosas sucedan, porque nos agarran sucedidos. En adelante voy a empezar a perdonar al resto, a obsequiar disculpas, a reconciliarme con los demás y mantener la misma postura conmigo mismo.
junio 21, 2011
Tan poco tiempo y cómo te extraño
la paradoja de la fantasía de habernos tenido
es que tu eternidad siempre será una pérdida
siempre nos encontramos, evitando recoger partes de nosotros cuando el otro está caido, rabiando por la herida sanguinolenta de nuestros oscuros desencuentros
yo recibi tu savia, que se quedará alimentandome para siempre
tu serás camino de tus andares y solo me verás en la ausencia de un pudo
sin nunca haber querido ser
la paradoja de la fantasía de habernos tenido
es que tu eternidad siempre será una pérdida
siempre nos encontramos, evitando recoger partes de nosotros cuando el otro está caido, rabiando por la herida sanguinolenta de nuestros oscuros desencuentros
yo recibi tu savia, que se quedará alimentandome para siempre
tu serás camino de tus andares y solo me verás en la ausencia de un pudo
sin nunca haber querido ser
mayo 19, 2011
te he traicionado?
y que me importa!
cuantas traiciones vivimos cada uno de nosotros
cuantas veces te he visto desde lejos y me he discutido
solo para no ceder ante todo
maldita sea
quiero que las rosas terminen
quiero que los cielos se agrieten
y vomiten sus lagrimas
que sufran ante nuestro otorgado publico
que las cosas exploten sin mas
y que los hijos sean hombres!!
maldita sea todo
tantos quiero!
y que me importa!
cuantas traiciones vivimos cada uno de nosotros
cuantas veces te he visto desde lejos y me he discutido
solo para no ceder ante todo
maldita sea
quiero que las rosas terminen
quiero que los cielos se agrieten
y vomiten sus lagrimas
que sufran ante nuestro otorgado publico
que las cosas exploten sin mas
y que los hijos sean hombres!!
maldita sea todo
tantos quiero!
marzo 04, 2011
He jugado hoy con dos maravillosos niños. Un niño sabio y valiente , una niña dulce y bella. Y tanto he deseado que no tengan miedo, que no me hablen palabras, ni me indiquen circuntancias. Entre su susurrante risa he denunciado la posibilidad de sus lágrimas.
Hoy estuvieron en mi corazón cansado y sus ojos soñadores me abrasaron de esperanza. Vivir felices es su justicia. Que los quieran como les quise, siempre.
Hoy estuvieron en mi corazón cansado y sus ojos soñadores me abrasaron de esperanza. Vivir felices es su justicia. Que los quieran como les quise, siempre.
enero 25, 2011
enero 24, 2011
«No soy un borracho, pero tampoco soy un santo. Un hechicero no debería ser un "santo"... Debería poder descender tan bajo como un piojo y elevarse tan alto como un águila... Debes ser dios y diablo a la vez. Ser un buen hechicero significa estar en medio de la tormenta y no guarecerse. Quiere decir experimentar la vida en todas sus fases. Quiere decir hacer el loco de vez en cuando. Eso también es sagrado.»
Corzo Cojo (brujo siux de la tribu Lakota) en Psicomagia. Jodorowski
Corzo Cojo (brujo siux de la tribu Lakota) en Psicomagia. Jodorowski
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