julio 25, 2010

"Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Esta es la mejor literatura, creo yo. También hay una literatura para cuando estás triste. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado (...) así les hablé a ellos, les dije, les advertí, los puse en guardia contra los peligros a que se enfrentaban. Igual que hablarle a una piedra. Otrosí: los lectores desesperados son como las minas de oro de California. ¡Más temprano que tarde se acaban! ¿por qué? ¡resulta evidente! No se puede vivir desesperado toda una vida, el cuerpo termina doblegándose, el dolor termina haciéndose insoportable, la lucidez se escapa en grandes chorros fríos. El lector desesperado (...)acaba por desentenderse de los libros, acaba ineluctablemente convirtiéndose en desesperado a secas. ¡O se cura! y entonces, como parte de su proceso de regeneración, vuelve lentamente, como entre algodones, como bajo una lluvia de píldoras trnaquilizantes fundidas, vuelve, digo, a una literatura escrita para lectores serenos, resposados, con la mente bien centrada. A eso se le llama (y si nadie le llama así, yo le llamo así) el paso de la adolescencia a la edad adulta. Y con esto no quiero decir que cuando uno se ha convertido en un lector tranquilo ya no lea libros escritos para desesperados. ¡Claro que los lee! Sobre todo si son buenos o pasables o un amigo se los ha recomendado. Pero en el fondo ¡Lo aburren! En el fondo esa literatura amargada, llena de armas blancas y de Mesías ahorcados, no consigue penetrarlo hasta el corazón como sí consigue una página serena, una página meditada, una página ¡técnicamente perfecta! Y yo se los dije, se los advertí. Les señalé la página técnicamente perfecta. Les avisé de los peligros. ¡No agotar un filón! ¡Humildad! ¡Buscar, perderse en tierras desconocidas! ¡pero con cordada, con migas de pan o guijarros blancos! Sin embargo yo estaba loco (...) y no me hicieron caso"

Los detectives salvajes, R. Bolaño
El Disney de inevitable reflexión sociológica o lo que sea que signifique eso...algo difícil de creer para un Warner Brosiano

julio 23, 2010

¿Existe la vida después de la muerte?

La pregunta ha sido mal formulada, hay que plantearla del siguiente modo: ¿existe alguna razón para creer que haya una vida después de la muerte?

C.G. Jung

julio 16, 2010

Hay cosas que sabemos que son ciertas, pero que no podemos probar [K. Gödel]

No tiene la misma área, pero conserva la misma longitud

julio 13, 2010

Crear que será...

¿Será que crear
es dejar de ser quién uno es
en su ser
y ser, sin temor
en otro?

¿Será que crear
es desaparecer lentamente creando,
morir nunca entonces
será que es?

¿Será que crear
es siempre urdir y cansarse,
será sobretodo dejarse?

Juguemos a mover el silencio, por lo tanto
a gritar el movimiento, juguemos
que todo es nuestro, juguemos
descubramos creando jugar